Alojamiento: Fuímos a una casa rural, Can Parellada; Es una especie de hotelito rural muy rústico donde hay pocas habitaciones. Los propietarios fueron muy agradables en todo momento e incluso nos dejaron una sala para nosotros solos donde poder tener a los perros sueltos. Dentro del hotel era recomendble tener a los perros atados, pero si no había ningun otro huesped podían correr a sus anchas por todo el recinto. La casa dispone de un pequeño jardín donde hay tambien unos columpios para niños.
Transporte: Puesto que la casa se encontraba en un lugar perdido en el monte, nos llebamos el coche para desplazarnos por los alrededores y para llegar a nuestro destino.
Lugares destacados: Es una zona muy tranquila, perfecta para hacer excursiones por allí cerca. Está llena de campos de viñedos y tiene un pequeño riachuelo cerca.
Los propietarios nos comentaron la posibilidad de cerrrar la casa rural para un único grupo de tal forma que los perros pudiesen campar libremente a sus anchas sin molestar a los demás huespedes.
Lo mejor: El trato con los propietarios y la zona en la que se encuentra la casa ya que stas aislado de la civilización,
Lo peor: El precio, es un poco carillo, pero al final nos hicieron un gran descuento.
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